lunes, 28 de julio de 2008

La balanza

Un te quiero
puede resultar
amargo cuando
el eco tarda.
Pero no culpes
a la montaña
ni a las aves,
ni al ruido del bosque,
mientras silvabas pasó
a tu lado sin escucharlo.
Nadie quiere de la misma
forma, aunque
ello no signifique que
te quieran menos.
Tal vez la pregunta sea
por qué no te quieren como tú
quieres...

Su mirada,
su sonrisa
o su cuerpo.
Tampoco por
sus pensamientos,
ni tan siquiera
el latido de su
corazón ahí dentro
y aquí afuera.
Necesitas un amor
enamorado,
un nudo en su garganta
o más bien en la tuya,
porque al final nadie
quiere tanto
cuando ama que cuando
lo aman...

Después de un tiempo

Colaborar con el futuro
es dejarse llevar
por los pasos perdidos,
los deseos y los profetas.
Aunque nadie asegura,
ninguna senda está marcada
mas por aquel que la anda.