viernes, 24 de abril de 2009

La ramera

El reflejo de la estima
aguarda bajo
el departamento estanco
de la luna nueva.
Majestuosa, esparcida
por la galaxia, está
la cuna de la simiente.
Parte de la espiga,
desdeña la estrategia,
se queda con la locura,
entre armas con flores,
dispara balas de caricias
al alma.
Abre la puerta
y encuentra la estirpe,
extraña fugitiva
que huye de la pericia
inteligente y se queda
con el brote
espasmódico del sentimiento.
Ramera del verbo,
pérfida estrategia
incontrolada del verso.
Atacas de nuevo
sin previo aviso,
me siento y te quiero,
inspiración.

miércoles, 22 de abril de 2009

Las luces del fondo

Tu luz, entre las tinieblas,
llega hasta aquí.
Todavía no has abierto
tus ojos. Ni tus pulmones
saben lo que es respirar,
pero te siento pensar.

Extiende tu mano y dame
algo en lo que soñar.
Aunque todavía
no te puedo mirar,
aunque todavía
no sepa ni a qué huele
tu piel, ni aunque
nada en este mundo
me llevase a hasta ti,
siempre formarás parte de mí.

lunes, 6 de abril de 2009

Mandrágora lunar

El alma
estrujada corrió con motivo.
Se alejó de mi...

La última vez que quiso
amar el verbo
recorría fría mis falanges,
temblorosa, hecha trizas.
Y así sigue,
tecleando sonrisas
y melodías, tal y como siente la vida.
Al igual que tristezas
y debacles, sin prisa: costumbrista.

Gracias por ser vida,
por darla y por recibirla.
Por ser parte,
por sentirlo,
por tener hasta que decirlo...