jueves, 18 de septiembre de 2008

El latido de un poema

La poesía es la barita
que expande mi magia,
el catalizador de mi mirada,
no mi diario de madrugada.

Nada tienen que ver mis líneas
con las entre líneas y,
si acaso, nadie salvo yo
conoce los interiores
de mis palabras.

Sólo escribo para algunos,
no para todos,
que nadie se vea
donde nunca estuvo:
en un poema perdido
o en una expresión
confusa...

Sabes cuales
son tus poemas,
son las mismas líneas
que escribo,
cada madrugada,
junto a ti,
en mi mirada.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Amores perros

Cuando mis besos
no tienen eco
y se pierden entre
tus labios.
Cuando mis caricias
no erizan tu piel
ni vibras, como
la primera vez.
Pienso que soy
el único que quiere,
el único que se pierde.
Cuando no abrazas
sino rechazas,
cuando te miro
y miras al cielo.
Siento que soy
el único que está preso:
de un amor que no sana,
de una magia que
murió un día sin decirme nada.
Cuando me canse de ser
aquella sombra que persiga
tus pasos... Cuando más
bien te canses tú, porque
yo sea incapaz ni tan valiente
de cansarme. Se apagará
la vela y la llama
quemará en la partida,
porque nadie sabrá
que un día,
partí sin decir nada.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La mar

El regimiento anda por tu cuerpo,
diez soldados atrincherados
en la parte baja de tu espalda
te dan la primera caricia.
Dices que hoy no quieres guerra,
montañas se derrumban
sobre los intrusos.
Planchas con tu corazón
el pliegue de las sábanas
mientras dices que llamen
a tu puerta cuando
tus risas suenen tal alto
como luna.
En la orilla, frente a ti,
tocando el frío de tu espalda,
me meto hasta dentro,
miro tu horizonte y me
concedes lo que te pido.