Retales del nada

Me asomo desde mi casa,
estás ahí, ya es de noche,
tienes sueño, abres
tu cama, dos cartones,
corro la cortina,
desde un hueco,
no sabes que te miran,
da vergüenza,
estar tan alto
y tu abajo,
yo tan caliente,
y tú en la tierra,
no con los pies,
con la cabeza.
Cierro mi cama,
me asumo imposible
de salvar la distancia,
renuncio a ser héroe
porque no podré
hacer nada, hay tanta
mentira y cara dura...
Cierro los ojos,
ya no sé qué miraba,
cierro el recuerdo
porque ahora
sé que puedo
modificar la jerarquía,
tengo sueño,
recuerdo la chica,
la minifalda,
el dinero que tengo
y el coche con el que
volaré hasta tu cama...

Muchos puntos suspensivos
forman una línea,
pero muchas letras no
forman una palabra.

Perfidia social

Cada línea está vedada,
cada capítulo escrito,
en la ventana del capricho
queda lejano el arbitrio silbo
de lo prostituido.
Te prestas, desnuda,
verdad entrecruzada
con la fuerza de la voz
que con la que se grita.

Sale fuerte la palabra,
se estrella contra la nada,
en un planeta
sin nada, como tantos,
con la única pericia
de resonar fuerte
en el oído amigo,
en la ráfaga
del eco sin montaña.

Por soledad

EN mi SOLEDAD,
junto a P.Obispo,
cortesía de Bélgica...

Quand le Dieu n'aura rien
a voir avec la mort,
je t'accueillerai dans mon ciel,
dans ma solitude.
Au-delà des liens, le regard perdu
existe, de celui qui ne comprend pas
comment regardent ces yeux
dans quelques pensées, dans ma solitude.
Un Dieu n'a plus voulu...
Je ne sais pas si peut-être,
si tel créateur existe, me vaut plus
qu' existe dans lui pour mourir mieu.

Es por ausencia de amor
que busco...
Es por ausencia de calor
que busco algún dios...
Es por ausencia de dolor
que busco una mirada
perdida que diga
sigo aquí dentro,
alejado del amargor,
apartado del dolor,
sabiendo que fui
e hice lo que quise,
con, o sin ausencia de amor,
me asesinas por mi compasión.

A P.J.N

Ella

La ingravidez de tu cuerpo
reactiva mi corazón muerto,
ligero como una pluma,
se desliza por cada
una de mis heridas,
lo arrastra hacia
el cielo y allí siempre
lo vuelve bueno.

Tus caricias son intemporales;
tu recuerdo, mi alma. Los sentimientos,
las cosas mundanas: las de los demás,
las mías, las tuyas,
las que siempre recuerdo
y las que me das
cada mañana.

Besos extraviados

Me faltó decirte
que te busqué en ella,
más adentro, más afuera,
que te soñé despierto
y entre sueños, pero
no eras ella. Recuerdo
tus besos, cuando
pensaba en ella,
medito mis caricias,
siempre buscando
tu sonrisa, pero no
eras ella.
Me faltó decirte que
siempre fui sincero,
la quise a ella,
nunca te di un beso
sin pensar en ella,
nunca sentí pena
mas que por ella,
nunca sentí miedo,
mas que p0r abrir
los ojos después
de un beso y descubrir
que, tal vez, nunca fueses ella.

La metralla de la memoria

Agarré tu mano
bajo la metralla
de la memoria.
Supimos decirle
al viento que no
trajera recuerdos.
Borramos de nuestra
cerebro lo necesario,
sólo recordamos
el efecto de tener
nuestros cuerpos
juntos, en un único espacio.
Regresé de viajar,
por enésima vez,
hasta tus ojos,
desde la soledad.
Esperaste, no dejaste
de mirar el ahora,
grité entre las montañas
que ya no era igual,
recogiste en tus manos
los retales de tu alma,
tú tampoco.
Nos dio igual no querer,
no mirar el pasado,
sin hablar...
Los sueños se fueron
tras el Sol del Atlántico,
en el frío de Edimburgo,
bajo la Luna de París,
contando las estrellas
en Sevilla, entre las
olas de Portugal...
Regresaron en forma
de verdad, en mi mar,
en mi mirar,
en mi ciudad en adopción,
adoptando como normal
las sonrisas y la felicidad...