viernes, 26 de diciembre de 2008

Días sin días

Hay momentos inolvidables,
sensaciones abrumadoras
y palabras desgarradas.
Miradas sensacionales
y recuerdos encontrados.
Lugares que no se olvidan,
como una flecha ingrávida
o un amanecer en "pause".
Hay días de manos rotas,
historias desgarradoras,
hay sombras entre las nubes,
pero ni tan bueno ni tan malo.

Hay días junto a los tuyos,
cuando no hay murmullos
en el alma,
hay presentes con los amigos,
unos buenos y otros no tan malos,
cuando son amigos...
hay atardeceres abrazados
y miradas cómplices,
enamoradas, desenamoradas,
tremendas, estrujadas,
teñidas de mimos o descastadas,
pero junto al olor de tus "te quiero"
da igual el color del agua.

Hay días y días,
aunque siempre
está la distancia entre
la miopía de cerca
y la torpeza de no enfrentarse
a la vida con una carcajada,
sintiendo el aire como
la última y más preciada
bocanada, siendo uno.

domingo, 14 de diciembre de 2008

El silencio que habla

Hay silencios que hablan
solos, más que las palabras.
Hay palabras que son silencios,
no dicen nada.
Pero un silencio,
en su momento,
es más importante
que mil palabras.
A veces es más difícil saber
qué callar que decir.
Otras tantas, el silencio
es parte de un estado,
porque hay espacios
del hombre en los que
el verbo no es suficiente
para estrujar un momento.

El silencio forma parte
del hombre,
la historia está llena,
tu historia está llena.
Hay silencios dolorosos,
otros felices, también angustiados,
absurdos e innocuos.

El silencio es mentiroso,
dice mucho sin decir nada.
El silencio puede ser inteligente,
porque no siempre se sabe
escuchar, pero no puede convertirse
en el diálogo continuo del que se
cree más inteligente al no exponer
sus palabras al oído.

El silencio es misterioso,
uno espera y espera
a que se rompa,
como el espacio,
surcando el aire,
invisible.

En el silencio anida la
mirada, las caricias.
En el silencio se encuentra
cada cual a oscuras del mundo.
En silencio me quedaré
tras escribir estas
palabras, porque en silencio
recorreran tu alma
tras unos segundos
sin palabras.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Un artipoema

El bien y el mal,
el divino drama
del dinero,
el cáncer político,
el sexo sobre tacones
a cuatro duros en las esquinas,
la juventud perdida,
la vejez que asomando
con cremas de vagina
de burra a 100 euros.
El coche del niñato,
mejor que el de
mi abuelo.
La guerra por ideales:
el dinero en forma
de tierras, petróleo
o puestos en el gobierno.
Al igual que el terrorismo,
que si ETA mata es para
que el pueblo vasco
ni sufra ni muera
de hambre... Que ellos,
al que tiene mucho le roban
la comida o le matan, y no hambre.
El trabajo... Bendita loza
el tenerlo, que si no lo tienes
al paro, que si lo tienes
levantarte y aguantar
las chorradas de quien manda.
Y vuelta al camino,
al que hay que andar
acompañado,
si vas por ahí solo,
a tu rollo,
sin hacer lo que el resto,
eres extrañamente peligroso,
que hoy en día pensamos todos,
pero sigue habiendo represión,
porque yo sé más y "no te comas el coco".
Que se han perdido las formas,
que ni mando ni mandas,
ni sé ni nada... respeto
es lo que al mundo le falta.
Respeto a los demás,
a sus sonrisas,
a sus palabras,
a sus ideas,
a sus miradas.
Incluso mandando,
pero con respeto,
incluso gobernando,
con respeto,
hablando, con...
Para llevarse bien
sólo hay que querer...
Y aunque no quieras
porque no pienses
ni comulgues con otros,
déjale libre
que en eso también
consiste el respeto.

P.D: mi respeto a los respetos. Cosa de una tertulia de madrugada...

domingo, 7 de diciembre de 2008

Reciclando el alma

El cielo se cubrió de luz,
el candil de su voz
dejó paso.
Se abrió la senda
que conducía
al deseo y sus manos
de seda acariciaron,
como una ninfa,
sin rubor,
cogió su mano
y dejó que el tiempo
no fuese un extraño.
Partió la fragata
sin olvidar sus años,
pronunció su nombre
y las arrugas se volvieron
de alabastro.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Si escribo...

Si escribo no es por dolor,
no es la pluma mojada en sangre
la que alienta mi corazón.
No son las gotas de odio
que pulula por el deredor,
no son las matanzas de amor,
ni tan siquiera la sequía
que sufre el mundo de compasión.

Redacto sin ton ni son,
por el candor almidonado de Lorca,
por los besos que nunca fueron dados,
por las ilusiones perdidas tras el tesón,
en mitad de la tormenta llamada amor,
entre los pinares de la razón,
bajo las sonrisas que podruce
la rabia endurecida de una pluma
que arde cada noche en explosión.