miércoles, 18 de junio de 2008

El día que Juan soñó Doraimon...

La humanidad está
envenenada de progreso
y nadie sabe por qué
retrocedemos como cangrejos.
Cada vez tenemos más
y somos menos,
la gente ya no se conoce,
ni falta que les hace,
para eso se van a
Operación Triunfo
o A bailar, que la fama
tiene que llegar y dejar
de trabajar.
Menos mal que
no sé ganar, ni cantar, ni bailar,
es una buen forma de aprender
la palabra humildad en estos tiempos...
En masa no se vive mal,
te buscas motivos para ser
normal y hallar la felicidad.
Aunque da igual si eres, si no,
incluso si pretendes llegar o
recular... Cada noche
uno se acuesta consigo mismo,
la almohada es el mejor
espejo de los pensamientos,
ahí nadie está vestido
de Armani ni con un simple
mono de obra, ahí nadie
tiene nombre, las pieles
no tienen color e incluso
el sexo deja de pesar
boca arriba... Ahí se encuentran
cada noche los espíritus,
las conciencias. Nadie
pregunta, cierras los ojos
y te quedas tú.
Por eso me gusta
dormir tranquilo,
sin esperar que un gatillo
suene en mi nuca y la
furia de la conciencia
me atormente traicionera.
Sueña en paz, vive en paz...
Sé lo que eres, sueña lo que eres...
Y sube, sin subir tan alto que ni tú sepas regresar...

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