Al atardecer, junto al agua,
cuando el rumor hace sorda
la risa, ahí estás sola.
Nadie se mete
con el aire,
parapetas la desdicha,
con tu sal y tus rimas.
Hoy cambias, las dudas
del cambio son peores
que la certeza de la niebla.
Será que ahora hace sol
y se plantean más preguntas.
Antes siendo tu ser
era más difícil ver,
ahora despunta el alba
y la línea del horizonte
ya no es tan plana
ni está la sombra
de un enano sino la
de un gigante que
sigue siendo humano
y sin medidas.
Dentro es lo mismo,
aunque no lo parezca,
la memoria es la fiel
mujer que te aguarda
cuando quieres ser
lo que siempre fuiste.
Porque las raíces
y el camino
son más importantes
que lo conseguido.
Marca la diferencia,
no olvidarse de la simiente,
no recordar quienes fuimos,
no saber lo que somos.
viernes, 1 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario