lunes, 11 de agosto de 2008

Estrellas fugaces

Entre los suspiros de una noche olvidada...

Busqué no buscar nada,
porque no quería encontrar...
Olvidé cómo se acariciaba el alma,
porque no quería crujir...

Si has venido para lo mismo,
vete y sé angosto viaje de llanura
para otro peregrino del dolor.
Que yo ya tuve lo mío,
ni más guerra, ni más tesón,
la lucha de trincheras para el batallón.
Soy un veterano del desastre,
simplemente dame calor.
No busco agujeros negros,
no busco ser quien no soy,
aunque hay quien mira la piel
y otros la hiel,
el batiscafo de mi razón.
No somos lo que aparentamos,
pero tampoco nervio y néctar sanguinolento
de girasoles que buscan el sol.
Tal vez sea la furia contenida,
el sexo que humedece mi espíritu
y aflige al tuyo, o tal vez
la calma desmesurada,
el amor estallado, entre otras partes,
en mi cintura...
Tal vez todo sea un sueño
del que despierte mañana,
tal vez ya no me importe.
La gloria, si tiene que ser
contigo, que sea eterna,
si no, un guiño y hasta nunca.

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