viernes, 7 de agosto de 2009

Un momento

Soy la madeja de tus caricias,
soy la lluvia que trae la vida,
soy tu luz y mi penumbra.
Soy la tenue luz que socaba la risa,
soy la tráquea que socaba la zona verde del azul del cielo.
Soy el desierto de Tabernas
cuando la tierra se vuelve oscura.
Soy la costa teñida de olas,
pañuelos de mimbre entre días sin cumbres.
Soy el día que nadie te querrá,
soy el día en que nadie me querrá,
soy el amor encarnado en palabra,
mimetizado en verbo y teñido en ahora.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tintes y colores... luces y sombras... pequeño núcleo de dolor que si sale a la luz desaparece. Ahora mola :)
Bsos,

Ana