jueves, 22 de mayo de 2008

Peoma vendido: te prurito tanto

Dices que no me entiendes
cuando utilizo palabras
complicadas para decir
cosas muy simples...
Tal vez tengas razón
y "te quiero" habría que decirse "te quiero",
y la alegría o la tristeza,
no aurora boreal ni lágrima furtiva.
Para ti:
cuando corro por tu cintura
descubro que no sabría
guiar mis manos por otras curvas.
Anhelo la verdad todos los días,
pero en estos tiempos ser tan claro
cuesta caro. Las verdades
inmensas no las soporta nadie,
ni tú, ni yo... aunque todo el mundo
sabe más de lo que dice.
Pero sigue siendo difícil ser un mártir
cuando las ganancias no traen cuenta.
Ayer creí ser un mago,
transformaba el mundo
con dos palabras,
entre cervezas,
arrimado al codo de un buen amigo.
Hoy nada tiene otro color
que el del dinero: perdón;
tu corazón es muy rojo, menos mal.

Mañana miraré mis ilusiones
desde lejos, porque vivo
cada día centrado en no
perder el ritmo de mi respiración
y morirme ahogado, sin
disfrutar del privilegio
de tener mi corazón latiendo.

Perdonen, se olvidó
nombrar a mi alma
con palabras o ideas
complicadas, pero
hoy, como siempre,
intento ser sencillo,
aunque no siempre lo consiga
y oculte mi intimidad
entre laberintos de palabras.

No hay comentarios: