Tu luz, entre las tinieblas,
llega hasta aquí.
Todavía no has abierto
tus ojos. Ni tus pulmones
saben lo que es respirar,
pero te siento pensar.
Extiende tu mano y dame
algo en lo que soñar.
Aunque todavía
no te puedo mirar,
aunque todavía
no sepa ni a qué huele
tu piel, ni aunque
nada en este mundo
me llevase a hasta ti,
siempre formarás parte de mí.
miércoles, 22 de abril de 2009
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