Soplas sobre la
estrella y no se despega,
somos un camino.
El junco crece
fuerte y tan flexible
que nadie lo parte.
Mira hacia el cielo,
no encuentra techo,
en la noche sueña
que muere porque
un guerrero lo vence.
El follaje farfulla
agua estancada,
mas es cristalina
la simiente del alma.
El nenúfar bebe junto
al junco, se temen,
las alturas son distintas.
Pero la charca,
ésa, por ventura,
es la misma…
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