jueves, 3 de abril de 2008

Infiel

Las grafías se desvaneces,

los apegos caducan.

Los oropeles argucia,

se quieren del hombre.

En sus crines acicaladas

bajo las auroras de las

taciturnas oquedades.

Entre las latitudes de las

galaxias mundanas.

Inermes de falacias,

puras de incongruencias.

A las tres parió lo ajeno,

a las cinco desolló

lo más nuevo.

En los panales

la abeja prepara un néctar.

Jugo adolecido de humor

en su quintaesencia.

Aguijón de la guillotina,

purpúrea.

Simiente de los acuoso y

remilgo del lácteo rumor

de las madres.

Afinen dianas.

Misticismo del agua,

eterna pregunta…

Amor loco y huidizo,

perdona mis pecados,

ya no te regurgito,

sino que te añoro lindezas

de otros tiempos.

Mancomunidades de la fiereza,

entre los Smashing Pumpkins

y los gemidos de mis vecinos

follando.

Cuerdo amante de la infortuna

de los tiempos. Loca bruja

de los presentes robados

para ella sola.

¡Qué alguien le diga

por lo que lo quiere!

Último tango en París,

ya no creo en los: “Yo nunca”.

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