Hijo del amanecer,
cuando creías ser Dios,
entre las bambalinas
de la coca y el alcohol,
entre las furcias y el rugir
de tu polla.
Pero quiero fingir que ayer
estabas bien, la noche te
daba el amor, el éxito,
te ofrecía tanto para morir…
Intentaste ser un hombre
honrado, sólo hacerte daño a ti.
La rabia es todo lo que tienes,
como cada nacimiento
de un alguien que busca
su lugar en este mundo,
tan gris, tan grande y ruín.
Disculpen, soñaras y caballeros,
tiene un master en vida,
pero no lo supo aprovechar.
Cada noche cae en sus
tristezas. Quiso dejar atrás
el día que nadie le llamó
y la tarde que tomó café
con él, en su casa.
Es difícil olvidar y dejar
de imaginar ser un final
perfecto. Luego asaltan
las verdades, mi siglo
difícil, la generación
perdida tras un enchufe,
o el pelotazo de tres
que se vende a todos para
que creamos que
somos un lugar en la inmensidad.
Es la última vez que te lo explico,
es la última vez que te lo repito,
eres algo mayorcito para contarme un
cuento disfrazado de mariposa.
1 comentario:
uau!
:)
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